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IMPULSAN MEJORES PRÁCTICAS PESQUERAS EN EL MUNDO

NOTA

Redacción ANCOP

Este 2022 fue designado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), como el Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales, con el afán de dar mayor impulso a las prácticas pesqueras a escala menor y consolidar su futuro con sustentabilidad para los pequeños pescadores y sus comunidades.

La FAO informó que en el mundo, sobre todo en los países en desarrollo, existen cerca de 590 millones de personas que trabajan en el sector primario de la pesca y de la alimentación, con la característica predominante de vivir en condiciones de pobreza y con alta vulnerabilidad.

Basándose en los informes de la FAO, la distribución de pescadores en pequeño, es: en Asía está el 85 por ciento del total mundial, seguido de África con el 4 por ciento y Europa y Oceanía con uno por ciento cada uno.

Por ello, la iniciativa de la FAO persigue una promoción mundial, que empodere a la pesca y a las agriculturas artesanales y garantice un futuro sostenible para estos sectores que son tan importantes.

Por ello buscan implementar un grupo de técnicas a pequeña escala en que el volumen de captura es menor, si se compara con los que tiene la pesca o acuacultura industrial, y ayudar en su sobrevivencia y desarrollo. Casi siempre se usan pangas o embarcaciones y en el caso de la acuacultura se implementan jaulas pequeñas o cercos que sitúan en los sistemas lagunares.

La pesca menor es una actividad desarrollada por unos 100 millones de seres humanos, principalmente en Asia, América Latina y África, países en vías de desarrollo.

A esta pesca se le conoce también como pesca ribereña o de pequeña escala, siendo este último, la mejor manera de nombrarla, ya que algunos de los métodos utilizados, no son artesanales, sino bastante sofisticados. Lo de ribereña es por el sitio en donde se practica, que son a la orilla del mar o de sistemas estuarinos.

Por ejemplo en México, solo en un sistema lagunar en Sinaloa, que es uno de los estados mexicanos con mayor actividad pesquera, hay aproximadamente unas dos mil embarcaciones con sus pescadores asociados.

No obstante, la pesca y la agricultura artesanales, no tienen todavía acceso y control sobre los recursos, activos, créditos, información, capacitación y tecnología, y no están en la toma de decisiones.

En el mundo, la proporción de las mujeres en la fuerza de trabajo en la agricultura es de un 19 por ciento y en la pesca es de un 12 por ciento. Además, la disponibilidad de tecnologías, capital y financiamiento es muy limitada para ellas si se compara a como son tratados los varones en esos rubros.

Se calcula que sobre la captura del camarón mexicano, entre el 20 y el 30 por ciento proviene de lagunares de Sonora, Sinaloa y Nayarit. No es tanto en términos económicos y de volumen, pero el impacto que hace a nivel social es muy alto, ya que la cantidad de pescadores y sus familias dependientes de esta actividad es mucho mayor que la que se practica en la pesca industrial.


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