Redacción Marlone Serrano
Hace veinte años, el 18 de junio de 2004, el mundo de la lucha libre mexicana y global presenció el nacimiento de una estrella que brillaría con luz propia en el firmamento del deporte espectáculo: Místico. Esa noche, en la emblemática Arena México, se celebraba el evento "Juicio Final", pero más allá de los emocionantes combates y los dramáticos desenlaces, lo que realmente capturó la atención de los aficionados fue la segunda lucha de la velada, el debut de un desconocido Místico.
En aquel entonces, un joven luchador, presentado por el legendario Fray Tormenta como uno de sus “cachorros”, hacía su primera aparición en el cuadrilátero, secundado por Volador Jr. y Felino. Pese a su apariencia frágil, Místico demostró una audacia y una habilidad en los vuelos que dejaron asombrados a todos, enfrentándose a figuras como Mefisto, Olímpico y Averno, quien se convertiría en uno de sus rivales más emblemáticos.
Desde esa primera victoria, documentada por el lente de Zao para la revista SÚPER LUCHAS, Místico no solo creció como luchador sino que se transformó en el ícono del Consejo Mundial de Lucha Libre. Con el tiempo, su carrera fue marcada por movimientos espectaculares, como la famosa llave “La Mística”, y su grito de guerra, “¡Buenas noches, Arena México!”, se convirtió en un símbolo de sus presentaciones.
Místico, conocido también como el Príncipe de Plata y Oro, ha enfrentado numerosos desafíos, tanto dentro como fuera del ring, incluyendo el uso temporal de su personaje por otro luchador que se convertiría en Dralístico. Sin embargo, ha sabido mantener la esencia del personaje que lo llevó a la fama, y ha regresado siempre a su “tierra prometida”, el nombre y la máscara de Místico, con la que ha continuado sumando éxitos y campeonatos.
A lo largo de estos veinte años, Místico ha participado en incontables batallas que han definido su carrera y fortalecido su leyenda. Ha dejado un legado imborrable en la historia de la lucha libre, inspirando a nuevas generaciones de luchadores y deleitando a fans de todo el mundo.
En este aniversario, no solo celebramos los logros pasados de Místico, sino que también anticipamos muchas más páginas de gloria en su historia. El eco de los cánticos de los aficionados, "¡Místico!, ¡Místico!, ¡Místico!", resuena no solo en la Arena México, sino en todos los rincones donde se ama la lucha libre. Felicidades al Príncipe de Plata y Oro por estos veinte años de espectáculo, pasión y dedicación. Que vengan muchos más.
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