LeBron James, la superestrella de la NBA, ha firmado un nuevo contrato por dos años y 104 millones de dólares con Los Angeles Lakers, anunció el equipo el miércoles. Este acuerdo histórico no solo asegura su retorno a la cancha con los Lakers, sino que también abre la posibilidad de que James juegue junto a su hijo, Bronny James, recién drafteado por el mismo equipo.
El contrato de James incluye una opción de jugador para el segundo año y una cláusula de no intercambio, elementos que reflejan su influencia y estatus dentro de la franquicia y la liga. La decisión de no ejercer el último año de su contrato anterior, valorado en 51.4 millones de dólares, fue parte de una estrategia para reestructurar el acuerdo bajo términos que permitan una mayor flexibilidad en la gestión del equipo.
Rich Paul, agente de James y representante de Klutch Sports, indicó que esta negociación fue diseñada para mejorar el conjunto de jugadores de los Lakers, permitiendo a la organización construir un equipo competitivo alrededor de LeBron. Además, Paul reveló que LeBron estaba dispuesto a aceptar un salario ligeramente inferior al máximo permitido, demostrando su compromiso con el equipo y sus aspiraciones de ganar otro campeonato de la NBA.
Esta renovación no solo confirma la posición dominante de James en el baloncesto profesional, sino que también marca un posible hito en la NBA: LeBron y su hijo Bronny podrían convertirse en el primer dúo padre-hijo en jugar juntos en la historia de la liga. Esta posibilidad ha generado gran expectación entre los aficionados y podría ser un atractivo adicional para los seguidores de los Lakers y del baloncesto en general.
La comunidad deportiva y los aficionados están ahora a la espera de ver cómo se desempeñará LeBron en las próximas temporadas y si podrá alcanzar más récords mientras potencialmente comparte la cancha con su hijo.
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