Cuando el mánager Juan Gabriel Castro da sus razones por las que los Diablos Rojos son candidatos a ganar el título 2022 de la Liga Mexicana de Beisbol, su respuesta es sencilla: "Somos los mejores, simple y sencillamente".
El año pasado, la novena escarlata se quedó a un paso de disputar la Serie del Rey, misma que no gana desde 2014, al ser eliminada por Leones de Yucatán. Para darle una nueva cara a los Pingos fue necesario hacer ajustes y el importante era traer a una persona capaz de ayudar a los peloteros a cambiar de mentalidad y de mantener esa unión con el béisbol, así que el elegido fue el ex ligamayorista Juan Gabriel Castro. "Buscábamos a Juan Gabriel Castro en toda la extensión de la palabra liderazgo, una persona con valores, una persona ganadora y sobre todo a alguien alguien fuera a un proyecto a largo plazo.
"Queremos que estos Diablos, que esta versión, sea de un equipo ganador y de un equipo campeonísimo y creo que de la mano de Juan lo vamos a lograr", comentó Jorge del Valle, gerente deportivo del México. Castro, quien jugó 17 años en la Gran Carpa en equipos como Dodgers, Rojos, Mellizos, Orioles y Filis, además de su labor como coach en este último y su participación al frente de la Selección Mexicana de Beisbol, cuenta con todas las herramientas para devolverle a Diablos la grandeza.
Es un entrenador que ve más allá de los nombres, es metódico, analiza los números, victorias y derrotas y corrige las debilidades con ayuda de su cuerpo técnico. "La organización de Diablos siempre se ha caracterizado por jugar un muy buen béisbol, de mucho respeto, que juega de la manera correcta y eso es lo que vamos a hacer.
Queremos brindar ese espectáculo a la gente viene al estadio, queremos que vean un buen béisbol y eso me toca a mí al estar al mando de ellos, al estadio motivando, estarles recordando siempre cómo se debe jugar en esta organización", puntualizó el mánager. El equipo capitalino abre la campaña 2022 con una serie de tres juegos visitando a los vigentes campeones Toros de Tijuana, sinodales complicados de vencer, pero no imposibles.
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