NOTA
Redacción ANCOP
El sistema educativo actual se basa en la premisa de que el maestro da sus clases con sus temas, mientras los alumnos están sentados unos detrás de otros, generalmente tomando notas.
Expertos señalan que este procedimiento de enseñanza está a punto de ser sustituido, al ya no ser suficiente ni adecuado para lograr resultados acordes con el mundo en el que se desarrollan los alumnos del México que hoy les toca vivir.
Después de la conmemoración del Día Internacional de la Educación, Ángel Rogelio Díaz Barriga Casales, investigador emérito del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM, señaló que la pandemia llevó a diferentes sociedades en el mundo a concientizar que los grandes problemas que se presentan en los sistemas educativos, ya estaban en crisis.
El especialista detalló que para los tiempos actuales, el papel del maestro de estos tiempos debe de ser dar información, e ir readecuándola a un contexto social, donde la información se puede obtener por distintas vías. La pedagogía del educador actual se replantea como un orientador, un guía que acompaña y ayuda a los estudiantes a construir poco a poco diferentes conceptos.
La UNESCO, pone sobre la mesa su propuesta para la efeméride “imaginemos” o “repensemos juntos la educación”, donde el universitario observa que tiene dos ejes:
a) Acceso a las tecnologías digitales, que en el caso de México, contemplan una enorme brecha social, y de alcanzar la igualdad, identificándola como un derecho humano que se debe promover contra la discriminación y la intolerancia.
b) Se debe de alcanzar una justicia social que vaya formando la vida del estudiante e induciéndolo al respeto de la diversidad cultural.
México tiene 4.5 millones de analfabetas, reconoce Díaz Barriga, no saben de operaciones rudimentarias de aritmética, pero no obstante, no significa que no tengan los conocimientos básicos que los hace sobrevivir. “Tienen un saber elemental, pero no cuentan con los saberes que se requieren para una vida digna. Sufren de una doble marginación, la económica y la cultural”.
La participación de las redes sociales contribuye al analfabetismo cultural, a pesar de que tienen algo de información adecuada y global, y facilitan el acceso a libros, pero también están llenas de mucha información incorrecta.
Es ahí donde la educación tendría que auxiliar a que el sujeto pueda identificar de manera correcta la calidad, el rigor, la fundamentación de la fuente de información que está recibiendo, explicó el especialista.
Comments