RedacciónWillem Gartner ANCOP
Dicen que el agradecimiento es la memoria del alma, un gesto de lealtad, humildad y digno de cualquier tipo de admiración por lo que éste conlleva.
El fútbol es uno de los deportes que se han convertido en una experiencia extrasensorial, llevando de un juego a una experiencia en todos los sentidos y, con esto, una reputación intachable y que se defiende por medio de una afición que está siempre dispuesta a jugarse la playera.
Detrás de todo el glamour, la fama y, no menos importante, los extravagantes patrocinios, existen historias llenas de dedicación y esfuerzo que invita a soñar a cualquier individuo que se encuentra del otro lado del televisor soñando con poder pisar la cancha y dejar toda su alma en ella para escuchar el grito más satisfactorio de cualquier coliseo: ¡Gol!
Una historia qué tal vez no sabías es aquella en la que el jugador mexicano, Cuauhtémoc Blanco, delantero de las poderosas Águilas del América y posteriormente de la selección mexicana, rechazó en más de una ocasión a dos marcas importantes en la historia de ropa y calzado deportivo debido a que su corazón ya estaba ocupado por otra marca que creyó en su virtuoso juego antes que cualquier puerta se le abriera al creador de “La Cuauhtemiña”, demostrándose así que, la lealtad y humildad son dos pilares fundamentales del éxito.
“Nike y Adidas me buscaron por más de 10 años, y siempre dije no. Me prometían comerciales con Ronaldinho y los mejores jugadores de la época, pero la marca Concord me patrocinó cuando nadie creía en mí, nunca olvido de donde vengo y quien me ayudó para llegar a lo más alto.
Concord se acercó a mí para ofrecerme calzado para los partidos y entrenamientos con el América. Yo acepté la oferta de inmediato porque mostraron mucho interés en mí cuando no era muy conocido y utilicé los productos fabricados por la empresa durante toda mi carrera". expresó Cuauhtémoc Blanco.
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