La eliminación en fase de grupos de la Copa América certificó que aún hay vacíos en cantidad y calidad para ver a un Tri renovado y ganador. Es un problema que supera el papel del entrenador, Jaime Lozano.
La Copa América 2024 certificó que el concepto de cambio generacional sigue siendo una utopía para la Selección Mexicana. Aunque cambiaron algunos nombres, el resultado volvió a ser una eliminación tempranera que decepcionó a todos los aficionados.
El cambio generacional fue el principal planteamiento de este torneo, según palabras del presidente de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), Ivar Sisniega, antes del debut contra Jamaica: “No buscamos el resultado inmediato, que es ir a tratar de ganar Copa América. No vamos por eso, tenemos un plan, queremos darle minutos a los jóvenes”.
Durante los tres partidos que duró México en la Copa América 2024 (los de primera ronda en el Grupo B), el entrenador Jaime Lozano utilizó a 20 de sus 26 convocados. Sólo tres jugaron los 270 minutos: Julio González, Jorge Sánchez y Johan Vásquez, de 33, 26 y 25 años, respectivamente.
Además, sólo cinco registraban 23 años o menos: César Huerta, Santiago Giménez, Jesús Orozco Chiquete, Bryan González y Marcelo Flores. De ellos, Huerta y Giménez fueron los únicos que vieron minutos con 217 y 84 de los 270 disponibles.
Pero el cambio generacional en sí dejó dudas desde que se dio a conocer la convocatoria de Lozano para la Copa América. Si bien se ausentaron nombres longevos como Guillermo Ochoa y Raúl Jiménez, los encargados del recambio eran Julio González, Guillermo Martínez y Jordi Cortizo, con un rango de edad entre los 28 y 33 años.
“Habría que entender, primero, lo que es un cambio generacional y cómo se produce, sobre todo teniendo en consideración nuestras realidades como futbol mexicano. La realidad es que no somos una potencia y nuestro universo de jugadores es menor que las grandes potencias, posiblemente en esta época todavía es menor de lo que eran”, define a El Economista, Mariano Trujillo, ex seleccionado nacional y actual analista en Fox Sports.
En la Copa América 2007, por ejemplo, el entonces entrenador del Tri, Hugo Sánchez, decidió alternar la portería entre el experimentado Oswaldo Sánchez y el recambio Guillermo Ochoa. Un año antes, en el Mundial 2006, Ricardo Lavolpe decidió probar a Andrés Guardado y Gonzalo Pineda (de 19 y 23 años) en octavos de final contra Argentina.
En la Copa América 2024, el único nombre similar fue el de Santiago Giménez, que a sus 23 años asumió como el centro delantero titular ante la ausencia de Raúl Jiménez (33) y Henry Martín (31). El resto de sub 23 convocados por Lozano no fueron contemplados como titulares.
“No creo que se haya dejado de hacer algo, se hace lo mismo, la diferencia es que en otros lugares se hace más. Se ha profesionalizado muchísimo el trabajo en formación y detección, hay otros países, sobre todo los europeos, además de Brasil, Argentina y Uruguay, que trabajan mejor en ese sentido y nosotros seguimos trabajando como hace 15 o 20 años”, explica a este diario, Martín Del Palacio Langer, periodista deportivo que colaboró 15 años como editor digital en el portal oficial de la FIFA.
“Seguimos estancados, apoyados en que no hay incentivos para los clubes. El rating, audiencias y cantidad de gente en los estadios se mantiene estable y el dinero también, obviamente. Por eso, no hay motivaciones reales para que los clubes inviertan en sus fuerzas básicas y, además, como la cantidad de dinero que entra de traspasos al extranjero no es significativa, al contrario del mercado local, en donde se pagan cantidades absurdas por jugadores medianos, no hay incentivos”.
En la fase regular del torneo previo a la Copa América, Clausura 2024, se registraron 35 debuts en Liga MX. Esta cifra promedia menos de dos debuts por equipo y, de hecho, menos de la mitad (15) completaron al menos 90 minutos de juego.
Pachuca y Santos fueron los más destacados con seis debuts para cada uno, resaltando que los Tuzos avanzaron hasta cuartos de final y, simultáneamente, fueron campeones de la Copa de Campeones de Concacaf con ese plantel caracterizado por sus jóvenes.
“Hay clubes que buscan la consolidación, hay otros que buscan ganar y en medio están los Pachuca o Santos, que entienden que de la forma en que ellos trabajan habrá altas y bajas, dándole la oportunidad a jóvenes, siendo los equipos que más jóvenes han sacado en los últimos años”, resalta Mariano Trujillo.
El ex futbolista de Pumas y Atlante desglosa por qué el universo de jugadores para la Selección Mexicana no es tan grande en la actualidad: “Podríamos tener dos extranjeros en el futbol mexicano, pero si la calidad del futbolista nacional no es como era antes o no es lo que se necesita para competir hoy el resultado va a ser el mismo.
“La inmediatez del resultado, no sólo en primer equipo sino en fuerzas básicas, ha impactado de manera directa el desarrollo de futbolistas y con ese impacto el futbolista no se desarrolla como antes, las oportunidades en primer equipo son menores y esto obliga a los clubes a buscar un extranjero de mediana calidad porque, incluso así, está por arriba del mexicano actual. Podría seguir con muchísimos factores: el bajo sueldo que se les paga a los formadores en fuerzas básicas, las pobres instalaciones de muchos de los clubes en cuanto a fuerzas básicas, el no tener una estructura fija en inversión para fuerzas básicas y no tener un rumbo en específico”.
Las potencias sí han dado de qué hablar en este verano con sus cambios generacionales. En Copa América los ejemplos son Alejandro Garnacho (19) con Argentina, Kendry Páez (17) con Ecuador, Endrick (17) y Savinho (20) con Brasil. En la Eurocopa están Jamal Musiala (21) con Alemania, Lamine Yamal (16) con España y Kobbie Mainoo (19) con Inglaterra.
“La generación que viene no es buena”, subraya Del Palacio. “No tenemos jugadores que realmente destaquen. En el Mundial 2010, Javier Aguirre llevó a siete u ocho jugadores menores de 23 años, ahí sí se hizo el recambio generacional porque sí habían jugadores. Ahora no, Jaime Lozano, medio obligado por las circunstancias, llevó a algunos jóvenes y prácticamente no puso a ninguno porque no dan el nivel”.
El periodista insiste: “La generación de Héctor Moreno, Guillermo Ochoa, ‘Chicharito’, Carlos Vela, etcétera, fue tan buena que las de abajo no pudieron sacarlos y en algunos casos de plano no pueden. Tiene que ver con eso, no tanto con que no se quieran dar oportunidades. La realidad es que el talento superlativo suele terminar por imponerse y en este caso no lo tenemos”.
La responsabilidad también está en los jugadores, menciona Mariano Trujillo: “El futbolista evidentemente tiene parte de culpa porque hoy hay más distractores, los patrocinios son más grandes y puedes llegar a generar más dinero con ellos que con sueldos, hay muchas circunstancias que hoy el futbolista tiene que saber manejar de mejor manera para no perder el foco de su desarrollo y desde temprana edad”.
Trujillo propone dos caminos a seguir para impulsar el semillero de futbolistas mexicanos de calidad: “poner candados para tener extranjeros clase A, B y C, como los tiene la Premier League, me parece extraordinario. Después, obligar a que los clubes, como lo hacen en Alemania, de las ganancias que tengan a final de año, inviertan un porcentaje de manera obligatoria en fuerzas básicas, ya sea en sueldos para entrenadores, equipo, infraestructura, canchas o preparación.
“Homogeneizar el desarrollo de futbolistas en la actualidad es muy difícil, porque todos los equipos tienen distintas metodologías, filosofías y objetivos, pero poner candados que apliquen a todos con la oportunidad de trabajar de la mejor manera en que ellos lo consideren podría acelerar un poco el proceso”.
México tuvo la sexta selección con menor promedio de edad en esta Copa América con 25.8 años, sólo después de Costa Rica (24.7), Estados Unidos (25.2), Canadá (25.4), Ecuador (25.7) y Brasil (25.7). Sí hubo un cambio respecto a la última participación en este torneo, en la edición Centenario 2016, cuando el Tri fue el segundo plantel con mayor promedio de edad con 26.1 años, sólo detrás de Jamaica con 26.2.
También vale resaltar que Jaime Lozano ha convocado a 65 jugadores durante toda su gestión como entrenador oficial de México y, de ellos, el 55% (36) han sido de 25 años o menos. Sin embargo, sólo cinco tienen 20 años o menos y no llegan ni a 100 minutos de juego: Rodrigo Huescas, Denzell García, Jesús Alcántar, Diego Gómez y Ramiro Árciga.
Los convocados de Lozano
Jaime Lozano ha convocado a 65 jugadores en total durante su gestión como entrenador oficial de la Selección Mexicana desde el año pasado. De ellos, 36 (55%) tienen 25 años o menos. Estos son los que han tenido más minutos (más de 100):
Johan Vásquez (1,550 minutos)
Santiago Giménez (886)
Érick Sánchez (715)
Gerardo Arteaga (631)
César Huerta (473)
Julián Araujo (276)
Roberto Alvarado (269)
Israel Reyes (250)
Jesús Orozco Chiquete (191)
FUENTE: EL ECONOMISTA
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